La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) manifestó este miércoles «su preocupación por la grave y prolongada situación» en Haití.

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Una nota de la ALBA-TCP denuncia que «los recientes hechos de violencia profundizan la crisis y hacen más urgente una solución liderada por Haití que abarque un diálogo amplio entre la sociedad civil y los actores políticos».

Se refiere, de esa manera, a que la violencia en Haití ha causado el desplazamiento de 15.000 personas en los últimos días, según denució el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.

De hecho, el martes, los fuertes tiroteos, saqueos, enfrentamientos con la Policía, secuestros e incendios provocados marcaron una jornada en la que cientos de personas tuvieron que abandonar los campos de desplazados y sus viviendas para evitar convertirse en víctimas de unas bandas armadas que imponen el terror en el país.

En ese sentido, la nota de la ALBA-TCP reclama que «es perentorio que se restituya la paz, la democracia y las condiciones de seguridad necesarias en el país».

Frente a la propuesta de una nueva intervención internacional, la ALBA-TCP «reitera la necesidad de coordinar esfuerzos para que, mediante mecanismos de cooperación efectiva, sin injerencias, la hermana Haití pueda conseguir el camino definitivo hacia la paz y resolver las necesidades humanitarias que padece su pueblo».

El Gobierno de Haití decretó el domingo el estado de emergencia y un toque de queda por 72 horas prorrogables en el departamento Oeste, donde está la capital Puerto Príncipe, tras la toma de las dos mayores cárceles por parte de bandas criminales, que provocó la fuga de más de 3.000 reos. 

Mientras tanto, el primer ministro Ariel Henry, se encuentra en Puerto Rico.

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